“En el cine o televisión, operación en la que se sustituye la parte hablada por su traducción en otra lengua.” Las personas que desarrollan esta profesión trabajan a menudo para la televisión, doblando documentales, reportajes, dibujos animados o películas y realizan además trabajos como locutores para anuncios de radio y televisión.
Deben realizar una interpretación similar a la del actor en pantalla, guardando el carácter dramático de la película y ajustando al máximo el texto al movimiento de los labios (lo que se llama “sincronía”). Existe además la figura del director artístico que escoge y dirige el reparto de voces. Él es quien conoce a la perfección el material que se esta doblando y el que va dando las indicaciones del trabajo a realizar.
Para llegar a ser un buen actor de doblaje se deberá tener una base actoral que se adquiere, aparte de la potencialidad individual, en una escuela de doblaje, donde el estudio de la interpretación es un medio importantísimo para llegar a ser un profesional. Asimismo, se empieza asistiendo, en la medida de lo posible, a sesiones reales de doblaje para familiarizarse con la técnica y la jerga propia de esta profesión. De este modo se tiene la posibilidad de realizar contactos en dicho mundo artístico, conocer directores de doblaje, actores y profesionales del medio.
CÓMO SE HACE UN DOBLAJE
En el proceso de doblaje de una película hay todo un trabajo de preproducción y un trabajo de post-producción que nadie ve. En la preproducción se procede al volcado del material original, que suele ser una cinta en formato, a otro formato más asequible, que será el de trabajo. A partir de ahí se realizan copias de trabajo, una de ellas para el traductor. El trabajo de traducción es una de las tareas fundamentales, ya que de la habilidad del traductor, dependerá en gran medida que los diálogos lleguen al espectador.
El texto de los personajes, una vez traducido al idioma en el que se va a doblar, es ajustado para que sea posible su sincronización. Antes del ajuste, la película tiene que ser dividida en una serie de fragmentos que en el argot de doblaje se denominan “takes” y que tienen una duración aproximada de cuarenta y cinco segundos. El ajuste consiste en la transposición de la traducción a la boca de los actores de doblaje, que normalmente lo suele hacer el mismo director de doblaje. Después de todo esto se obtiene el guión definitivo, y se preparan las copias de trabajo con sus códigos de tiempos.
El paso siguiente es trabajo del director de doblaje, que escoge a los actores adecuado al reparto de la película. A partir de ahí entra la producción del estudio, que tiene que convocar a los distintos actores. Se hace una producción detallada, organizando el tiempo que debe trabajar cada actor, intentando hacerlo todo en el menor tiempo posible, para ahorrar costes de producción. Normalmente suele tardar en doblarse un día y medio aproximadamente, tres jornadas (mañana, tarde y mañana) y las más complicadas cuatro convocatorias.
En un estudio de doblaje no puede faltar la figura del técnico de sonido, que se trata de un profesional cualificado tanto en el registro de voces como en la posterior mezcla de todos los elementos que integran la película a través de la sincronización de las voces, la imagen y el soundtrack (banda sonora). Una vez que el trabajo de los actores ha finalizado, entonces viene el trabajo de post-producción. Se cogen las copias para mezclarlas, repasarlas, y una vez mezcladas hay que insertarlas en una copia de emisión de alta calidad.
La infraestructura tecnológica, como es de suponer, ha variado bastante a lo largo del tiempo. Hoy en día existen programas informáticos que facilitan extraordinariamente la labor del técnico, además de superar con creces la calidad sonora del doblaje resultante.
El doblaje no se relaciona tan sólo con el cine, también está estrechamente ligado a la televisión. Se doblan series, programas, dibujos animados, documentales, etc. En los documentales se utiliza una técnica de doblaje diferente a la del resto. En ellos, el efecto de sincronización es totalmente opuesto al de las películas. Si en una película la voz del doblador debe coordinarse con el movimiento de los labios del personaje, en el documental la voz doblada ira por un camino totalmente divergente al del original, ya que la costumbre es que la voz original esté presente, aunque a un volumen más bajo.